LOS PÁJAROS DE ELISA
Érase una vez, a principios del siglo XX, en una casa de campo vivía una familia. Eran cuatro:
El padre, la madre y dos niños. El niño tenía quince años y se llamaba Guillermo, la niña tenía diez años y se llamaba Elisa. Era una familia pobre.
A Elisa le gustaban mucho los pájaros y todas las tardes iba a verlos desde el bosque.
El padre era leñador y solía cortar árboles cerca de su casa.
Una tarde que Elisa salía a ver los pájaros, se encontró un nido encima de una rama, trepó por el árbol para poder verlo mejor y dijo:
- ¡Qué pajaritos más preciosos!-
Ella se pasó toda la tarde contemplándolos.
Al día siguiente se enteró de que su padre iba a cortar esa zona de árboles incluido ese. Ella fue a decirle:
- Papá, por favor, hay un árbol que no puedes cortar porque tiene un nido con unos pajaritos preciosos.
- Lo siento hija, pero tengo que cortar todos los árboles.
- ¡Pero, papá!
- No hay más que hablar, no puedo dejar un árbol sin cortar. - La niña se fue llorando a su habitación.
Por la noche, de madrugada, Elisa salió al bosque y llegó a ese árbol. Trepó y le echó un último vistazo:
- ¡Qué pena que vayan a cortar este árbol!-¿Qué será de estos pajaritos?-
Dijo esto casi llorando y se quedó dormida en una rama.
A la mañana siguiente los leñadores fueron a cortar los árboles y se encontraron a Elisa dormida:
-Este árbol no lo podremos cortar, la niña se haría daño y los jefes nos regañarían.- Dijeron mientras se iban.
Elisa despertó poco después y vio todos los árboles talados menos ese. Supo que mientras estaba dormida no pudieron talar ese árbol, así que saltó de alegría por haber salvado un árbol, y pensó que si lo intentaba,
podría salvar muchos más. Muy contenta volvió a casa.
Escrito por Ana
Aventuras en Croife
Hace mucho tiempo en una granja de un bosque lejano vivía yo, una niña llamada Celia que tenia 10 años. Todos los días después del colegio iba a buscar agua a un río cercano.
Un día las cosas sucedieron de otra forma: Al llegar al río ¡se me abrieron las aguas! Al fijarme me di cuenta de que había un túnel y al echarme más para adelante ¡push! me caí y lo siguiente que supe es que me había caído en un lugar extraño. Al mirar a mi alrededor, me fije en que sus habitantes eran de épocas medievales o seres fantásticos como: hadas, duendes, animales parlantes, caballeros medievales...
Lo siguiente que hice fue preguntarle a un centauro (como no es de extrañar) cómo se llamaba ese lugar.
- ¡Ja ja ja,se llama croife! -me dijo el centauro.
Pasaron dos días y ya me había acostumbrado al extraño mundo de Croife,
pero echaba de menos mi familia, mi casa y mis amigos.
Al día siguiente hice una amiga, una centauro llamada Lucía y le pregunté que si había alguna manera de salir de Croife.
-Solo si encuentras un portal -me respondió ella.
Al día siguiente, partimos para buscar un portal. Por la noche, descansamos y cuando me levanté me encontré junto al río y pensé:
-Todo ha sido un sueño ¿o no?
Escrito por Celia
AVENTURA EN LA SELVA
Erase una vez una familia que vivía en una cabaña en la selva .Un día salieron de picnic, era un día maravilloso, hacía mucha calor y el niño, que se llamaba Sergio, le preguntó a su madre si podía ir al río a refrescarse. La madre lo miró y le dijo: “ Está bien, pero vuelve dentro de media hora”. Pasó la media hora y el niño no volvía, así que la madre fue a ver si Sergio seguía en el río.
Cuando llegó no lo encontró y se preocupó, así que volvió a donde habían hecho el picnic y con su padre se pusieron a buscarlo. Lo encontraron asustado en un árbol porque había debajo una serpiente. Entonces el padre cogió un palo y la mató. Cuando regresaron a la cabaña, Sergio iba pensando que por qué se había ido solo al río: a Sergio le gustaba la aventura pero era muy miedica, por eso se prometió no volver a ir más al río solo.
Pasaron los años y Sergio volvió al río. Esta vez iba con sus amigos. Cuando llegaron al árbol donde Sergio se había subido por culpa de la serpiente, sus amigos se rieron. De vuelta a la cabaña pasaron por una cueva y les atacaron unos murciélagos. Los amigos salieron corriendo pero Sergio recordó lo que su padre había hecho cuando era pequeño con la serpiente y cogió un palo para alejarlos.
Al entrar en la cabaña, los amigos de Sergio le dijeron que era muy valiente y que nunca más se burlarían de él.
Escrito por Miguel
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