lunes, 16 de enero de 2012

CONTINUACIÓN DE UN RELATO

Pinocho en el canal 33 (continuación)

Al oír que el muñeco hablaba, Brañas apagó de golpe la tele. Se tranquilizó y volvió a encenderla. Allí volvió a estar el extraño muñeco.
-Ho... hola -dijo Brañas asustado- me lla... llamo Brañas.
-Hola, -contestó el muñeco- yo Pinocho. ¡Tienes que ayudarme!
-¿A qué?
-A salvar mi mundo del malvado rey de las sombras.
-¡¿Cómo?! ¡Yo no puedo! -exclamó Brañas.
-Sí puedes, junta tu mano con la mía y entrarás en mi mundo.
Brañas se lo pensó y luego aceptó. Al juntar las manos a Brañas se le nubló la vista y empezó a ver un montón de colorines que se movían rápidamente delante de sus ojos, se desmayó.
Al abrir los ojos se encontró en un jardín muy hermoso, con muchas flores y Pinocho delante de él, lo miraba:
-Hola, bienvenido Brañas.
-¿Dónde estamos?
-En mi mundo. En el jardín sagrado, donde todavía no han llegado los malignos poderes del rey de las sombras.
Pinocho se alejó corriendo y, un rato después, volvió con un arco y una espada:
-Toma, esta es la espada sagrada y este, el arco de luz. Solo tú puedes usarlos.
-¿Dónde se encuentra el rey de las sombras?
-Allí. -dijo Pinocho señalando un castillo con una espiral oscura encima.
-¿Y cómo llego allí?
-Sígueme, yo te guiaré.
Tras salir del jardín se encontraron con un soldado sombra. Pinocho asustado se escondió detrás de Brañas, que también estaba asustado.
-Atácale con la espada -susurró Pinocho.
Sin pensárselo dos veces, Brañas desenvainó la espada  y se dispuso a atacar al soldado sombra. Su cuerpo no tenía un forma concreta, era como una nube oscura con piernas y brazos. Como la espada pesaba mucho, Brañas falló su ataque. El soldado le dio un puñetazo en el estómago a Brañas, dejándolo inmovilizado por un momento; Brañas recogió la espada y pudo darle un golpe certero al soldado que, de repente, se esfumó.
Siguieron caminando hasta llegar al castillo.
-Yo no puedo entrar. -dijo Pinocho.
-¿Por qué?
-Porque estoy bajo la maldición del rey sombra. Rápido entra.
Brañas entró y la puerta principal se cerró de golpe. Él la intentó abrir, pero no pudo. El rey sombra apareció, era como el guerrero pero más grande.
Brañas y el rey se enzarzaron en una pelea y la espada salió volando y se clavó en una bola de cristal que se rompió.
El rey estaba delante de él con la mano llena de rayos que, en un momento, le lanzaría.
Entonces Pinocho entró corriendo por una ventana, cogió la espada y se la clavó al rey.
-Rápido, lánzale una flecha. -grito Pinocho.
-¿Cómo has entrado y cómo has usado la espada?
-Has roto la esfera mágica, que era lo que me impedía hacer ambas cosas. ¡Rápido, usa el arco!
Brañas cogió el arco y en el apareció una flecha de luz. La lanzó, pero falló.
-Inténtalo otra vez. -le animó Pinocho.
-No puedo.
-Si puedes.
Brañas apuntó a la nube y disparó.



Hubo una luz deslumbrante que no dejaba ver.
Cuando Brañas abrió los ojos se encontró delante de su televisor y su madre, entrando por la puerta diciéndole:
-¡Apaga ahora mismo la tele y ponte a hacer los deberes!
Brañas miró por última vez al televisor y se encontró otra vez con Pinocho:
-Gracias.
El televisor se apagó.
-¡Vete a hacer los deberes! -volvió a exclamar su madre.
Brañas encendió de nuevo la tele, pero no había ni rastro de Pinocho. La apagó y se fue a hacer los deberes.

Sergio

No hay comentarios:

Publicar un comentario