Cuando las ranas críen pelos...

Estando en clase ayer, no me acuerdo muy bien por qué, utilicé la conocida expresión "Cuando las ranas críen pelos y los sapos plumas", frase que se usa cuando quieres señalar que algo no va a suceder nunca o que es imposible que ocurra. En ese momento Pablo me dijo que él había visto en un museo una rana
con pelo, a lo que le contesté que sería que estaría un poco podrida y le habrían salido esas pelusillas cacaterísticas de algo que coge moho, pues yo no conocía la existencia de ninguna rana peluda.
Por suerte, no muy convencido con mi respuesta, ha buscado información y hoy nos ha traído a clase una foto de este curioso animal con la explicación de sus características.:

Su nombre científico es Trichobatrachus robustus y es una especie de rana que pertenece a la familia Arthroleptidae.
Se localiza en el centro de África, mide 11 centímetros y aunque es una especie prácticamente terrestre necesita de arroyos y lugares húmedos para la puesta de huevos. Es una especie puramente carnívora incluso en el estadio de renacuajo, cuando se proveen de varias filas de dientes. Los adultos se alimentan de babosas, miriápodos, arañas, escarabajos y saltamontes.

Pero estas no son las únicas características peculiares de esta especie; por si fuera poco, en las manos dispone de "garras" retráctiles que atraviesan la piel cuando el animal se siente amenazado, las cuales son de tejido cartilaginoso no de queratina como en otros animales. Los machos, que son mucho mayores que las hembras, poseen un saco vocal pareado y desarrollan una especie de "pelos" en los costados y en las patas traseras durante la época de cría, de donde deriva su nombre.

T. robustus aunque no se encuentra en peligro de extinción, se ve actualmente amenazada por la pérdida de hábitat.
Se encuentra en Camerún, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón, Nigeria, y posiblemente también en Angola y la Republica del Congo. Vive en los bosques húmedos tropicales o subtropicales, las riberas, las tierras de labor, las plantaciones y los bosques severamente degradados.

Ya sólo nos falta un sapo con plumas.